En Madrid son ya 20 las Unidades de Reparto que están sumándose a la huelga para protestar contra la falta de personal.
En Rivas-Vaciamadrid la mitad de la plantilla de la oficina de Correos están haciendo paros diarios por la situación insostenible al no cubrirse vacaciones, bajas o incidencias. Del "día sí, dia no" de reparto en todo el municipio y que ya incumplía la normativa postal se llega ya a los tres días sin pasar por algunas zonas.
En Algeciras, tras 12 semanas de huelga, los trabajadores han conseguido que la empresa se comprometa a cubrir las 7 secciones de la ciudad que no tenían cartero.
La situación de escasez de personal, envíos acumulados y deterioro del servicio postal que recibe el pueblo se repite por todos los rincones del país.
Sin embargo la respuesta de los trabajadores de Correos está siendo fragmentada y atomizada. El logro que pueda conseguir una unidad o centro de trabajo o un
municipio de manera puntual puede volver a ser liquidado tarde o
temprano. Y eso es lo que produce desgaste y desmoralización en muchos
de los compañeros que acaban por bajar los brazos y no movilizarse más.
Todos los eslabones de Correos como reparto, oficina, logística, clasificación, distribución,... de todo el país deberían unirse y plantear un objetivo común. Un cambio estructural en la empresa donde los empleados tengan el protagonismo y la prioridad sea unas condiciones óptimas de trabajo y un servicio postal de calidad que cumpla realmente la Ley del Servicio Postal Universal.
No somos todavía conscientes que el peso estratégico de nuestro trabajo tiene sobre la economía del país. Es por eso que toda la plantilla de Correos debe vertebrarse, estructurarse a través de la unidad de representantes directos elegidos por los trabajadores de todo el país, desde el nivel provincial hasta el estatal. Porque los actuales representantes sindicales divididos por los intereses particulares de sus siglas mantienen paralizada y fragmentada a la plantilla.
La Coordinadora Sindical de Clase apuesta por la unidad de toda la clase obrera por encima de intereses particulares de siglas sindicales puesto que si sólo hay una clase obrera debería haber también una sola central sindical.
Todos los eslabones de Correos como reparto, oficina, logística, clasificación, distribución,... de todo el país deberían unirse y plantear un objetivo común. Un cambio estructural en la empresa donde los empleados tengan el protagonismo y la prioridad sea unas condiciones óptimas de trabajo y un servicio postal de calidad que cumpla realmente la Ley del Servicio Postal Universal.
No somos todavía conscientes que el peso estratégico de nuestro trabajo tiene sobre la economía del país. Es por eso que toda la plantilla de Correos debe vertebrarse, estructurarse a través de la unidad de representantes directos elegidos por los trabajadores de todo el país, desde el nivel provincial hasta el estatal. Porque los actuales representantes sindicales divididos por los intereses particulares de sus siglas mantienen paralizada y fragmentada a la plantilla.
La Coordinadora Sindical de Clase apuesta por la unidad de toda la clase obrera por encima de intereses particulares de siglas sindicales puesto que si sólo hay una clase obrera debería haber también una sola central sindical.
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