La direccíon de Correos se supera una y otra vez. La fijación de dicha dirección por ahorrar costes y mano de obra produce una desorganización y un caos que bate récords.
Así ocurre por ejemplo en Sevilla, donde se acaban de fusionar tres códigos postales en la Unidad de Reparto 5, que ahora abarca los distritos 41003, 41005 y 41018, despareciendo de un plumazo la UR6.
Queda a cargo de dicha UR5 un sólo jefe de unidad y un jefe de equipo que no pueden dirigir a tres equipos de carteros que han de organizarse sólos sin recibir directrices en muchos casos. Llegan eventuales nuevos y nadie les dice si tienen que clasificar su sección o la general, produciendo malentendidos entre los propios compañeros.
El despropósito es tal que la plantilla de la UR6 (que repartía el distrito postal 41003) de Lope de Vega fueron avisados una mañana conforme salían a repartir que ese mismo día se mudarían a la UR5 con lo que deberían ir allí al terminar del reparto, teniendo que hacerse cargo del traslado de sus pertenencias personales al mismo tiempo que salían a repartir.
Por supuesto, los criminales responsables de sector y de zona, a los que poco les importa la salud de los trabajadores, aprovechan este cambio para redimensionar los distritos suprimiendo secciones y haciéndolas más grandes, lo que conlleva eliminar puestos de trabajo y la sobrecarga ya brutal de la plantilla que sin unidad y conciencia de clase lleva en ocasiones a roces y reproches entre compañeros.
Los trabajadores de Correos, a pesar de ser los que ponen en marcha día a día una empresa de tales dimensiones, no pintan nada para la dirección, son relegados a un papel de observadores pasivos.
Pero no podemos quedarnos en lo que son síntomas y efectos de decisiones que vienen desde muy arriba, de los dueños de Correos: el Estado. El fin de estas decisiones es devolver una deuda pública a los acreedores extranjeros o banqueros, deuda que viene precisamente de rescatarlos a ellos. Es por eso que en los últimos años Correos ha vendido varios inmuebles para obtener liquidez.
Esas directrices que vienen de arriba han de aplicarse a sangre y fuego, caiga quien caiga. Por eso cuando un jefe de equipo se niega a suprimir secciones o hacerlas más grandes es cesado fulminantemente. Tal fue el caso del último jefe de la UR3 de Lope de Vega, que gracias a la protesta de la plantilla que se solidarizó con él se pudo parar un primer intento de cese por parte de los gerifaltes. Pero estos criminales han aprovechado la mudanza a la UR5 para cesarlo con nocturnidad y alevosía aduciendo que "no se puede ser amigo de los trabajadores".
Frente a una empresa que castiga a quien defiende unas condiciones mínimamente dignas de los trabajadores y que maltrata física y sicológicamente a los mísmos, sólo cabe una respuesta contundete y unitaria de toda la plantilla de Correos. Es el único lenguaje que entienden los dueños y patrones de las empresas.
Hemos de tomar ejemplo de las luchas heroicas de la clase obrera del pasado y del presente. Tomemos ejemplo de los estibadores. Unidad, unidad y unidad. Tenemos un interés común, que es trabajar en condiciones dignas, con medios adecuados y mejores salarios, pues al fin y al cabo somos nosotros y sólo nosotros los que producimos la riqueza.
Unámonos desde la base entre nosotros y con los trabajadores del resto de empresas y sectores productivos para exigir más personal, empleo estable, servicios de sanidad y enseñanza de calidad y pensiones dignas y garantizadas.
POR EL FIN DEL CAOS EN CORREOS
POR LA UNIDAD DE LOS TRABAJADORES DE CORREOS
POR LA UNIDAD DE LA CLASE OBRERA
AFÍLIATE A LA CSC PARA HACERLO REALIDAD
AFÍLIATE A LA CSC PARA HACERLO REALIDAD
0 comentarios:
Publicar un comentario